Estoy en la oficina es casi la hora de plegar, suena mi
móvil y descuelgo, al otro lado se oye una voz familiar y una gran sonrisa se
dibuja en mi rostro.
-No digas nada, solo escúchame atentamente, no te lo
repetiré. Pasare a buscarte a las 9, debes estar lista, ponte el abrigo de
invierno y unos tacones de los que tanto me gustan, no quiero nada mas, ¿entendido?
¿No quiere nada más? ¿Voy a ir desnuda? ¿Dónde? Mis nervios
se aceleran mientras me olvido de contestar a su pregunta por lo que oigo su
mal humor.
¿Entendido? O tendré que subir a darte unos cachetes en ese
culazo?
Apresurada le contesto que sí, que a esa hora estaré
dispuesta como me requiere. Tras eso cuelga el teléfono. Miro el reloj son casi
las 6, mi jornada laboral de viernes llega a su fin, espero que me dé tiempo de
arreglarme.
Siento excitación instantánea, no sé que pasara, donde me
llevara esta vez, mil ideas brotan de mi cabeza y seguro que no acierto
ninguna.
Toca la sirena y podemos salir del trabajo, al levantarme
noto que estoy empapada, mis braguitas se pegan totalmente a mi sexo excitado y
caliente, me apresuro a salir de ese lugar para no volver hasta pasado el fin
de semana que se augura movidito por la misteriosa llamada y su petición.
Cojo el metro, llevo un tejano ajustado y una camisa con un
buen escote, donde dejo ver un poco mis grandes pechos, observo que me miran
hacia el pantalón, me entra calor y pienso en si mi sexo llegaría a traspasar y
podría ser por eso alguna mirada furtiva que me dedican, prefiero no pensarlo
para no ponerme más nerviosa de lo que estoy con la cita.
Por fin he llegado, abro la puerta me desprendo de todo lo
que tengo encima y voy a preparar un baño relajante, me da tiempo de un
tentempié y un zumo mientras.
El baño está listo, me desnudo lentamente y observo que el
pantalón esta algo húmedo, mis braguitas son una segunda piel de mi sexo, me
parece increíble que me haya pasado algo así, nunca pensé que una simple
llamada pudiera causarme ese efecto, me meto en el agua caliente y disfruto de
unos minutos de paz.
Suena el teléfono otra vez, por suerte lo tengo cerca.
-Si
-Hola, ¿como vas?
-Estoy duchándome o más bien dándome un baño relajante
-No te relajes mucho que hoy te quiero al 100x100
Inmediatamente siento una palpitación que va desde mi sexo
húmedo y lleno de agua hasta el interior de mi cuerpo….
-¿Puedo saber que haremos?
-No, tu obedecer en todo como tiene que ser.
-Vale
-Sal ya, al final llego antes, te doy las últimas
instrucciones, te hago una llamada, tendrás que
bajar con lo que te dije, luego sigo.
-Bien ya salgo
Siento como ha colgado el teléfono sin ni despedirse, no me
ha dicho de que tiempo dispongo son las 8, por lo que salto de la ducha, reviso
que todo esté conforme y me empiezo a arreglar el pelo.
A los 30 minutos suena de nuevo el móvil de nuevo.
-¿Si?
-¿Estas lista?
-Me falta ponerme el abrigo
-Baja, te daré algo, estoy en doble fila en tu puerta- se escucha como cuelga.
¿Que baje y me dará algo? ¿Pero no nos íbamos? Vuelvo a
excitarme, que día llevo, tiene el don de mantenerme cachonda todo el día.
Me pongo el abrigo lo abrocho como si no pasara nada y bajo
como si tal cosa, me acerco y simplemente saca la mano por la ventanilla me da
una bolsa y me dice
-Sube, abre la bolsa arriba, póntelo todo, te espero
no tardes-
Continuará...
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